La coeducación sentimental seria aquella que, partiendo del diagnostico de las emociones y sentimientos de genero, intentaría, mediante intervenciones consientes y positivas, educar en la expresión saludable de emociones y sentimientos sin los estereotipo de género.
Hablar de emociones y sentimientos de genero es hablar de identidades y modelos sentimentales. ¿Nos identificamos las mujeres con unos sentimientos y los varones con otros? Si es así, ¿Con cuales? Pero no basta hacer hipótesis generales, analizando lo que vemos en la sociedad. 
Para cambiar es necesario, además - mediante ejercicios apropiados -, ver con que sentimientos nos identificamos en la infancia, durante la adolescencia y la actualidad. Sabemos que la identidad sentimental se forma en gran medida en la primera infancia. Por ello es importante la relación que mantenemos con "lo masculino" y "lo femenino" a través de la figuras maternas y paternas y también a través de los modelos masculinos y femeninos que nos presenta la sociedad.
¿Cómo se educa sentimentalmente a las mujeres y cómo a los varones? 
El ser independiente, tener iniciativa, personalidad propia, gusto por la aventura e interés real por una misma no se estimula en las mujeres. Por ello su identidad se centrara en las relaciones con los demás, sobre todo con los varones, que son los que tiene prestigio social. La identidad de la mujer se centra muchas veces en atender las necesidades emocionales de los demás y, sin embargo, no sabe manejar las propias, ni defender su espacio ni su autoestima. Es importante, por ello, presentar modelos de mujeres que se auto estimen y que tengan un espacio propio, "una habitación propia". Para ello, en la estrategia coeducativa sentimental, conviene presentar modelos de mujeres de la vida cotidiana. Heroínas de la vida cotidiana existen muchas; tiene su trabajo, son independientes y no han renunciado al amor y a la maternidad (o si). Conviene presentar modelos varios, pero nunca contraponer por un lado al ama de casa y por otro a la "superwoman" , pues ello puede crear angustia y desorientación.
En definitiva, ver mujeres que aman y a la vez se aman a si mismas, que crean lazos de relación y a la vez son independientes, que son valientes y a la vez reconocen sus miedos, que son fuertes y a la vez tiernas, nos ayuda a remodelar nuestra identidad y a basarla en otros presupuestos diferentes a aquellos en los que estaba basada.
En las relaciones con las demás mujeres es donde encontramos gran parte de nuestra identidad de genero, por simpatía, afinidad o rivalidad. Por ello es importante revisar estas relaciones y ver que figuras de mujeres reales o imaginarias nos han impactado y servido de modelo en nuestra infancia y adolescencia...
El mundo de las expectativas es uno de los campos mas importantes de la coeducación sentimental ya que, sin que nos demos cuenta, operan inconscientemente sobre las elecciones de todo tipo que hacemos en la vida. Pero, ¿Qué expectativas tiene esta sociedad respecto al varón y cuales frente a la mujer? ¿Y que expectativas tienen ambos sexos respecto al otro y respecto a si mismo?
*Caracteriza 2 personajes que admires y te sirvan de modelos ya sean real o ficticio. 
Cathy: yo admiro a la Gatubela ya que ella eran una mujer misteriosa y mala. Tenia una personalidad fuerte y segura de si misma. Nadie sabía su verdadera identidad.
Andrea: 
yo admiro a mi Mamá ya que ella me ha enseñado lo que es la vida y a ser una buena persona, además, ella ha logrado salir adelante con sus hijas y su nieto, y aun así sigue viviendo la vida sin problemas y felizmente.
*¿Nos identificamos las mujeres con unos sentiminetos y los varones con otros?
Las mujeres si nos identificamos con unos sentimientos y los varones con otros, por ejemplo los hombres no deben llorar por que es símbolo de deshombría, en cambio las mujeres pueden llorar ya que son más sensibles. También los hombres no se enamoran, en cambio las mujeres si lo hacen actuando por instinto. Las mujeres son débiles de sentimientos en cambio los hombres son mas fuertes y mas tolerantes en ese ámbito, entre otros.
Ritos de iniciación masculina
Los Baruya 
: el rito de iniciación masculino dura 10 años mientras que el femenino sólo 15 días; además, el hijo deja de estar en contacto con la madre desde el rito de iniciación, mientras que la hija, con el rito, pasa directamente de la familia de origen a la conyugal.
El rito, en el hombre, se basa en resaltar sus elementos positivos, su fuerza y virilidad, mientras que en la mujer se basa en educarla en el sometimiento y la docilidad.
Pueblo Selcnam : Las mujeres no participaban en el ritual de iniciación masculina (Kloketén). Sólo eran espectadores y realizaban algunas danzas que eran parte del rito de iniciación.
El rito de la iniciación masculina era el más importante de entre todos los trabajos esotéricos del pueblo selcnam. Se hacía una vez al año en invierno, durando normalmente en tres meses. Dependiendo de la resistencia de los novatos o kloketén el rito podía durar hasta un año. Si el kloketén triunfaba se convertía en un Maars (adulto) y conocía todos los misterios de la sociedad esotérica selcnam. Las pruebas consistían principalmente en tentaciones sexuales, que en su totalidad las pasaba el iniciado dentro de la choza ceremonial o Hain. Las demás pruebas sucedían en las pampas de la isla y consistían en luchas cuerpo a cuerpo que representaban las luchas sicológicas que todos tenemos día a día. Había muchas danzas rituales donde los hombres y mujeres bailaban cantando largos y complejos mantras, con los cuales pedían la asistencia de la divinidad para sus trabajos y a la vez la concurrencia de deidades mitológicas (elementales) a todas sus prácticas. También tenían variadas y complejas cadenas, las cuales se realizaban con movimientos circulares que, en algunos casos, duraban varias horas, hasta cumplir su objetivo. La choza ceremonial o Hain jamás debía ser pisada por una mujer. Durante el tiempo de la iniciación debía permanecer en la puerta un vigilante, que no permitía el ingreso ni a mujeres ni a muchacho que aún no eran considerados Maars (adultos). En el centro del Hain siempre estaba presente el fuego, que solo se apagaba cuando se realizaba la danza fálica, ya que sólo el miembro viril era capaz de suplantar al fuego que era la base de la iniciación en los selcnam. La danza fálica la representaban varios muchachos que en su cuerpo representaban dos aspectos: lo ascendente y lo descendente. En la parte delantera se ponían hierbas representando al falo (ascensión) y en la parte trasera se colocaban una gran cola representando la caída del hombre. Entre el pueblo que presenciaba estas significativas danzas siempre existía un gran recogimiento por las enseñanzas de cada una de ellas, y se recordaban por mucho tiempo y se contaban de ancianos a nietos las maravillosas experiencias recibidas en cada ceremonia de iniciación.
Los Selknam: celebraban ritos de iniciación masculina durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes ó klóketen, tal rito iniciático era llamado Hain realizado al producirse la pubertad daba a los jóvenes la categoría de adultos, si a muchos observadores externos les puede llamar la atención el "body-art" -los cuerpos eran pintados, sorprendieron aún más a los testigos presenciales por las durísimas pruebas -en especial de resistencia física- a que eran sometidos los iniciandos. Las mujeres estaban excluidas. Los ritos se basaban en un mito que narraba cómo los hombres habían derribado una organización previa dominada por las mujeres.
Como pudimos ver en el texto, cada cultura tiene su distinto punto de vista acerca de la menstruación, la mujer era maltratada y torturada por un hecho natural, por el cual todas las mujeres deben pasar. Nosotras creemos que estos rituales eran innecesarios ya que sólo son supersticiones, ellos veían a la mujer como un monstruo y la maltrataban durante sus días de menstruación, veían a la sangre como algo maligno creando un temorísmo ideológico, la asociaban a la violencia, las lesiones, al daño y en general a la muerte. Ahora como el mundo esta modernizado esas creencias se han dejado de hacer en algunas culturas, aunque en otras siguen realizándose, ya sea por ignorancia o por miedo a la desgracia. 
